Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

11 octubre 2014

6:36 Vuelve.

Sonó al ruido del mundo cuando algo acaba cerca de ti. Hay estruendos que hacen frenar los pies hasta en la ciudad más acelerada. P nunca me dijo su verdad, aunque dudo que tuviera alguna propia. Siempre andaba contando un paralelismo de olvidos que al repetirlo parecía más efímero.
Pero aquél día hubo la mudez cargado de miradas y movimientos que atacaban a cualquier cuerpo como el mío. Yo sabía que en ese momento el mundo seguía vivo y oscilando, pero P había formado el umbral adecuado para que la gravedad dejara su fuerza en este minuto y cuarto que no quería avanzar.
Nunca me sellaron los ojos tan fuertes como para crear nebulosas dentro de mi.

05 septiembre 2014

Frases de escapismos

Recordó aquel umbral de un "casi" donde los deseos, se convierten en realidad.
Nada.
Nada de nada.
Eras producto de mi ansiedad, de mis ansiolíticos diarios.
El pecho marchito y el cuerpo doblado.
Los reflejos de mis actos, se convirtieron en extrañezas irreconocibles a estos ojos secos.
Huir era correr hacia atrás de tus pasos que aún habían dejado mojada la tierra.
Abriste los ojos en el precipicio de un salto.
Hoy te has aturdido lo suficiente, para que los sarcasmos te sean insoportables.
Si aún sientes la brisa de las madrugadas, es que te queda pulmones para aguantar el reencuentro.
El verano había sido largo, tanto que la respiración ya no era vital en tu país.
Te custodiabas entre un hielo rodeado de fuego que añadía petroleo a todo que miraba.

Todo aquello era como escuchar mi propia rabia, abalanzándose sobre un mi que no quería tregua ni en las mínimas, quería saber como temblaba la ciudad con ella.
Algo así como dejarme en la estacada cuando aún no sabia ni respirar adecuadamente para que esta bomba no dejara de funcionar.

24 julio 2014

Detrás del paréntesis IX

Noches blancas 2014.

No vaya usted a servirle de precedente esta sonrisa, solo son dos paréntesis que cierran un abismo que han creado millones de personas, creyéndose que el vacío era la salida necesaria, para no encontrarse a ellos mismos. La nieve llega hasta la boca que escupe oxigeno y recoge toda aquella mierda que expulsan sus células. Ellos, ninguno de ellos, querían estar aquí posados, muertos, inertes, caducos, pero el agua corre demasiado rápido y las masas son afluyentes hacia el mismo camino de inercia. Unos otros, resaltaban sus manos para coger el aire intocable y volverse nube en todo aquella sequía de identidad.
Déjate vencer, aquí no hay dolor.

18 julio 2014

Detrás del paréntesis VIII

(A)Hogar


Todo se mueve demasiado lento, es perecedero, y la fe puede refugiarse en cualquiera.
Nos habíamos perdido en algún lugar de todos estos kilómetros,
en algún momento de esta rapidez que no paraba de acumular suciedad.
Quedaban muecas en la escalera,
sacudidas en la puerta del quinto,
provisiones en la nevera,
escapadas en la ventana dirección azul,
interminaciones en cada pata de la silla que aguantó tus preludios de iniciación.
Y no te olvides de las paredes (decía).
Las paredes blancas, esas, todas esas, deberías de llenarla de color tonal a ti.

24 junio 2014

Detrás del paréntesis VII

2014.

Las vistas eran sombras en pleno tenue de ti, avanzaba hasta tu boca creyendo decir las palabras adecuadas para los ojos que buscaban salvamento o huida, o quizás sólo era el cuerpo.
Medio sol saliendo por tus manos y tú aún intacto de ser quien quiere implicarse en vida. La muerte la conocías con la boca cerrada y los ojos abiertos hasta decir basta. Hallabas las formas de disparar dos veces antes de contestar cualquier palabra que no quería llegar a tu recuerdo. Acabar con él, con la osadía de estar pegados en sábanas que nunca fueron inmortales, nuestras pieles ahora respiraban por nuestros pies, no eran la manera exacta a nosotros, busqué un hueco, un precipicio, un vacío en donde sujetarme para salvarme.

18 junio 2014

Detrás del paréntesis VI

Pared blanca.

Lloraba sonrisas que se rompía detrás de los cristales de sus gafas.
se atrevieron a deshacer el saco acuchilladizos de bienvenida.
Aún había un grito que decía una esperanza una fé.
La senda de los inmigrantes de cuerpos
que acaban en el corazón de cualquiera que sepa pararse 
y mirar en las pupilas de aquellos que tiemblan porque no han encontrado cobijo para quedarse refugiado cuando algo desencaja en cada paso.
Todo se distancia, se añade kilómetros y acaba por empezar. 
Alguien se promete no olvidar,
mientras todos los demás se atreven a no volver a los inicios. 
Corren hacia atrás atrapando las noches que aún deberían de ser vida
y no esperas de muerte. 

Si habla de perdida no es por todos ellos, es por ella en cada uno de esos cuerpos. 

11 junio 2014

Detrás del paréntesis V

Verano:

Hay noches sin luna que acaban con la boca seca de tanto pensar en quizás,
mientras las nubes arrastran todo el dolor de esa ciudad.
El ambiente es asqueado por sus muecas constante que intentan hallarse en los reflejos,
alguien le quitó la esperanza a los ojos más vivos.
Desperdicia el ultimo brote en respuestas de preguntas sin interrogatorio, ya apenas queda un mínimo de aliento para alcanzar sus pies. Es atacante de palabras que no crean heridas, de guiños no llegados a realizar. Amplia sus heridas, no hay sangre por donde brotar. Ya no recuerda el inicio de ese porque, ni las causas que venían atadas de mil peros que aplastaban. No era nadie, el vacío fue comido por ella, la luz la arrasaba, no era material, no había sombra, no había efecto mariposa en ella, ya no, nunca más.

Tormenta eléctrica para pensamientos inéditos, caen arboles quemados y sonrisas en el desván.

05 junio 2014

Detrás del paréntesis IV

Anotaciones de vida:

Clavar las uñas en las palmas de las manos, fortalece la lengua del grito.
Mantenerse flotando en las olas, hace arañar la sal dentro.
Abrir el caudal, hacía caer el pelo de olvido.
Cerrar los ojos cuando vienen los dientes, tirita de amor a saltar por la ventana de los suicidas.
Durar tres alientos fallece el intento de sobrevivir de pie.
Andar hacia atrás comía la nostalgia muerto de sed.
Mirar al sol atardeciendo, enerva al organismo a caer en gota de lluvia sobre la piel seca.

Los cuatro pasos en zig-zag mareaba al espectador que seguía el argumento, 
de convulsiones fuertes en la mente.

04 junio 2014

...


No deberías de estar aquí, esta habitación no te pertenece en recuerdo, todo se ha vuelto opaco desde que pisaste el umbral de la puerta. El tabaco apesta de tus entrañas  ya apenas te atreves a ser pupila que choca con lo que ve. Lavas lentamente tus pensamientos con lejía y esta noche no iba  a ser menos ¿no?
Te he mentido, he llegado a salvo de puro milagro de esa calle que no deja respirar, claro que te he mentido, es lo único que me queda en nosotros. Pero me he tragado tanto alcohol por ti, que borrar cada trago es mi autolesión. Me has quitado el mundo que conocía ¿que haces aquí aún? ¿No me escuchas? ¿No escuchas todo ese silencio que aún nos posé?, ¿ no has visto todo aquel amargor que deja el rastro de tus pasos?. ¿Acaso quieres quedarte a dormir ?, no hay sitio para otro sueño. 

Abrir las ventanas para ti significa vértigo, pero aquella libertad era necesaria a las 3 de la mañana de cualquier noche que acabas en ese sofá que ya no te recuerda. Me he caído tres o cuatro veces antes de llegar aquí, todo esto sangra por ti. 
Cierras los ojos para pedir perdón aunque no lo sientas ¿o era al revés? 
No quiero que me veas agonizar sobre ti, las mentiras ya no existen. Tú provocación llegó tarde. Si, tu siempre llegas tarde. Llegaste tarde hasta el día de mi muerte. Y volver para tu perdón me ha hecho estar en los infiernos. No nos merecemos esto, no te mereces tu egoísmo. Escapar de esta mierda de niebla que nos emborronaba, me hacia sentirme aún existente, aunque fuera un espejismo de tu borrachera. Aunque fuera un misero pensamiento olvidado que aún cuando bajas la guardia rebota y rebota hasta hacerte sangrar de pena. 

02 junio 2014

Detrás del paréntesis III

Noviembre2013.


La puerta tragaba recuerdos, las paredes siempre hablaban, 
tu mirada siempre esquivaba.
Atabas la luz a la pata de la mesa, para acabar con tu misera cobardía 
y esquivar las estrellas de una noche que menguaba a nosotros. 
Habías obviado las noches en vela y el amanecer comiéndome 
el sueño mientras desintegraba los sueños.

Sentía a las aves lejos de este edificio, 
y a tus manos deseando tocar pluma que nunca llegó a volar. 
Mirar hacia el abismo de la ventana, buscar la respiración que provenga de dentro, 
llegar a ti, comprender las asfixias.
El beso muerto de la palabra desafiante aún le faltaba respiración para ser real, 
no había salto elocuente para malinterpretar tanto odio llegado al acantilado.
Recuerdo cuando soltabas velozmente un argumento de poca ciencia 
que provenía de tu pequeño corazón que aún no habías hecho latir. 

Oscuridad que hacía el mar infinito y lleno de vacío, que alumbraba la ciudad, 
que recordaba el reflejo del brillo de unos ojos que se quedaron en blanco.
Menos nicotina era menos pulmón para tus mañanas, 
aquella mueca de desesperación no había llegado al día siguiente. 
Arrastras los días, te haces grande en la sombra 
y vuelves a agarrar el grito como arma de destrucción.


31 mayo 2014

Detrás del paréntesis II

Verano2013.

La vi olvidándome en imperativo,
sacudiéndome los rastros de huellas aún pegadas al cuerpo.
Con dos pasos hacía atrás y la mirada pegada al suelo
por si acaso algo de ella, echaba a volar.
La sentí valiente, distante y cínica,
diciendo cosas que nunca habría pensado, ni realizado.
Corriendo a otras puertas vacías pero llenas de luz.
Me quiso ráfaga de aire que alimentaba su habitación de frío en pleno verano, 
caldeando lo que no llegó ni en pleno Agosto.
Odiando el verano, el sudor, la desidia,
y el puñal que aún tenia dentro revolviendo las tripas de argumentos.
La noté feliz, lejos de aquí, en otro lugar, en otro momento, en otro espacio,
en otro tiempo, en otro recuerdo, en otra sonrisa, en otro pestañeo, en otro salto. 
Donde nadie la podía mirar, pero todos deseaban observarla. 
Dónde después del antes, había recorrido su vida a pasos de cianuro y morfina.


30 mayo 2014

Detrás del paréntesis.

Recuerda cerrar fuerte los ojos y mantener la sal en la garganta. 
Tosía, escupía, vomitaba, porque se veía capaz de formar tangible el sentir.
Respirar flojo para que nadie se quede sin oxigeno en los ojos de la mentira,
cristales roto y luego un limpio camino de escarcha que hacia resbalar los huesos y las dudas.
Desemboca en mar, piedra, sal que traga, para dejarla en la garganta.
Abre los ojos, te estas abrasando las palabras, deja caer en la mentira la verdad. 
La lluvia sana.

20 mayo 2014

Temporadas en Marzo

Le comió la vida a sorbos, esquivando el veneno que provenía de sus propios dientes. La tentación provenía de la sangre que hervía fresca fuera de sus orificios. 
Hoy no había tardado tanto en respirar, sólo el salto de altura lleno de aire. 
Ella no paraba de hablar de sus olvidos en una voz tenue que hacía dormir a cualquiera. No sabía gritar, si no era de placer, pero acababa muda en el habla animal.

Llegar a la habitación adecuada era lo mismo que abrir las piernas a la lengua que no calla. Los movimientos eran torpes incluso en ataque. 
Recordaba una oscuridad que provenía debajo de las sabanas y un aire que conservaba el fin que había terminado, pero seguía residiendo en ella. 



Seguirá en aquella habitación donde sonreír con la mayor fuerza del mundo le pareció una milésima. Donde debajo del vapor nadie sabía nada, menos sus pieles que aumentaban de luz. 

23 febrero 2014

Ausencias ( II )

Vio cómo aquella mirada ya no era un estar cerca, era un huir y no corriendo, si no, darse la vuelta.
Retrocede hacía un ella de un inicio que no proclama travesía,
era simple escapar de su estar, pero no de su ser.
Coge aire y cierra los pulmones.
El reloj ya casi no avanza, cada segundo se hace vida y la vida un mar sin agua.
Los pasos torpes de una mañana cualquiera, que quiere ser tu desidia rebotada en cualquier carretera que nadie cruza por miedo de ser arrollado por el trafico frenético de las horas que no vuelven.
Por eso tú has decidido quedarte en ese circuito que arrasa y enfurece lo de dentro,
que deja hueco y eco.
Y que por supuesto, no vuelve.

13 febrero 2014

Ausencias (I)

Recuerda otras épocas y el espejo se deforma , aquella habitación vivía un etcétera de imposibilidad y es que la cama nunca había sabido guardar ni esconder nada, y menos las mentiras.
Aquella foto cubrió un manto sobre la mañana que chillaba de calor, era demasiado tarde o demasiado temprano para unos ojos que odian el sol de verano.
Para mi Lisa, ese nombre, no contenía ningún significado, era hastío como la magnifica piedra que me regaló no hace mucho, en otro verano donde incluso mis ojos soportaban la luz.
Ninguna importancia aportaba las letras como "tristeza" o como "contigo". Pero sí semen, sí soledad y sí todo ese juego de amigos muertos que llevo resucitando en el recuerdo.
Aquel libro me recordó a un vació que escapé no hace mucho,
quizás sí, quizás en ese momento fuera tú y tu nombre quien hacía temblar la cama.

10 febrero 2014

Justo antes del final.

Habría sido divertido bajar los acantilados a puro vértigo, al ras del suelo, deslizando nuestro pies como lo hicimos con nuestro corazones, y estancados en aguas no azules, mojados por completo.
El pelo gotea se hace añicos el resto, el frío lo envuelve todo de alegría, pero el sol no deja calar.
Esta vez los minutos no paraban para nadie, todo sonaba a la pausa del mundo justo cuando decidí no nadar, no hay camino de vuelta, eso ya no es existente, no hay pasado que espere, ni que sean atados con el presente. No hay palabras aún por decir ni quejas congeladas esperando el verano de su vida.
¿Hacía donde?
Hacía la esquina del océano.

28 enero 2014

Invierno.



Rascas y es imposible, su rostro encajaba los pasos en silencio y el vaho hacía de incógnita.
Saldrás del cascarón de legañas y capa de hielo -dijo sin pensar en el deshielo-
Ya era tarde no tenía sueño, pero sí un peso dentro del cuerpo, una duda que dependiendo de la postura un miedo o una posibilidad.
Nadie fue tajante: renunciar es renunciar. Esa teoría es mía, pero siempre la olvidé, igual que olvidé que debía de olvidar el arte conocido para encontrarme con el verdadero arte, aquel que no necesita público.
Poco a poco deja de escuchar su pensamiento y sus omóplatos se convierten en arena hasta hacer tambalear las clavículas y los humeros. Ya no hay ningún humano en su cabeza.
Seguía haciendo frío, no habían cenado. A cada uno de ellos los ojos del contrario le resultaban demasiados hambrientos. Prefirieron cerrarlos.

Si un día no puedo volver, no sabrán encontrarme.