Noches blancas 2014.
No vaya usted a servirle de precedente esta sonrisa, solo son dos paréntesis que cierran un abismo que han creado millones de personas, creyéndose que el vacío era la salida necesaria, para no encontrarse a ellos mismos. La nieve llega hasta la boca que escupe oxigeno y recoge toda aquella mierda que expulsan sus células. Ellos, ninguno de ellos, querían estar aquí posados, muertos, inertes, caducos, pero el agua corre demasiado rápido y las masas son afluyentes hacia el mismo camino de inercia. Unos otros, resaltaban sus manos para coger el aire intocable y volverse nube en todo aquella sequía de identidad.
Déjate vencer, aquí no hay dolor.
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