Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

20 octubre 2011

Luz de vida

No fue hasta entonces que aprendió a caer justo de la manera perfecta para volverse a levantar, tenia ya demasiados rasguños y sangre en las rodillas para permitirse otra caída de vértigo.
Sus vértice eran cristales que estaban deseoso de quebrase en mil pedazos para poder empezar de nuevo, pero la mente de ella no para de ser tan fuerte que nada ni nadie podría con todo eso, nada y nadie lo sabría.
Es así como se convirtió en puro cemento y en muelle en las caídas, en llantos por sonrisas y sonrisas con lágrimas, fue así hasta que alguien volvió a parar su corazón desacelerarlo, hacia demasiado tiempo que ese corazón iba acelerado de más. Fue su mirada quien lo paraba cada vez, cada día cada segundo que juntan pupila contra pupila, pero ella estaba harta de todo eso, de hablar de miradas de palabras, de sonrisas, y de cosas que comprendia demasiado bien como para entretenerse en ello, pero sabia que esta vez todo eso era diferente, tanto que aprendió a dejarse llevar por el agua de sus ojos, aprendió a sobrevivir a base de sentimientos y un buclex infinito de miradas más haya de una sonrisa, más haya de una acaricia, más haya de su luz con su luz. Esa luz que la mantenía viva.











20/10