Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

23 febrero 2014

Ausencias ( II )

Vio cómo aquella mirada ya no era un estar cerca, era un huir y no corriendo, si no, darse la vuelta.
Retrocede hacía un ella de un inicio que no proclama travesía,
era simple escapar de su estar, pero no de su ser.
Coge aire y cierra los pulmones.
El reloj ya casi no avanza, cada segundo se hace vida y la vida un mar sin agua.
Los pasos torpes de una mañana cualquiera, que quiere ser tu desidia rebotada en cualquier carretera que nadie cruza por miedo de ser arrollado por el trafico frenético de las horas que no vuelven.
Por eso tú has decidido quedarte en ese circuito que arrasa y enfurece lo de dentro,
que deja hueco y eco.
Y que por supuesto, no vuelve.

No hay comentarios:

Publicar un comentario