Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

05 septiembre 2014

Frases de escapismos

Recordó aquel umbral de un "casi" donde los deseos, se convierten en realidad.
Nada.
Nada de nada.
Eras producto de mi ansiedad, de mis ansiolíticos diarios.
El pecho marchito y el cuerpo doblado.
Los reflejos de mis actos, se convirtieron en extrañezas irreconocibles a estos ojos secos.
Huir era correr hacia atrás de tus pasos que aún habían dejado mojada la tierra.
Abriste los ojos en el precipicio de un salto.
Hoy te has aturdido lo suficiente, para que los sarcasmos te sean insoportables.
Si aún sientes la brisa de las madrugadas, es que te queda pulmones para aguantar el reencuentro.
El verano había sido largo, tanto que la respiración ya no era vital en tu país.
Te custodiabas entre un hielo rodeado de fuego que añadía petroleo a todo que miraba.

Todo aquello era como escuchar mi propia rabia, abalanzándose sobre un mi que no quería tregua ni en las mínimas, quería saber como temblaba la ciudad con ella.
Algo así como dejarme en la estacada cuando aún no sabia ni respirar adecuadamente para que esta bomba no dejara de funcionar.