Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

23 febrero 2014

Ausencias ( II )

Vio cómo aquella mirada ya no era un estar cerca, era un huir y no corriendo, si no, darse la vuelta.
Retrocede hacía un ella de un inicio que no proclama travesía,
era simple escapar de su estar, pero no de su ser.
Coge aire y cierra los pulmones.
El reloj ya casi no avanza, cada segundo se hace vida y la vida un mar sin agua.
Los pasos torpes de una mañana cualquiera, que quiere ser tu desidia rebotada en cualquier carretera que nadie cruza por miedo de ser arrollado por el trafico frenético de las horas que no vuelven.
Por eso tú has decidido quedarte en ese circuito que arrasa y enfurece lo de dentro,
que deja hueco y eco.
Y que por supuesto, no vuelve.

13 febrero 2014

Ausencias (I)

Recuerda otras épocas y el espejo se deforma , aquella habitación vivía un etcétera de imposibilidad y es que la cama nunca había sabido guardar ni esconder nada, y menos las mentiras.
Aquella foto cubrió un manto sobre la mañana que chillaba de calor, era demasiado tarde o demasiado temprano para unos ojos que odian el sol de verano.
Para mi Lisa, ese nombre, no contenía ningún significado, era hastío como la magnifica piedra que me regaló no hace mucho, en otro verano donde incluso mis ojos soportaban la luz.
Ninguna importancia aportaba las letras como "tristeza" o como "contigo". Pero sí semen, sí soledad y sí todo ese juego de amigos muertos que llevo resucitando en el recuerdo.
Aquel libro me recordó a un vació que escapé no hace mucho,
quizás sí, quizás en ese momento fuera tú y tu nombre quien hacía temblar la cama.

10 febrero 2014

Justo antes del final.

Habría sido divertido bajar los acantilados a puro vértigo, al ras del suelo, deslizando nuestro pies como lo hicimos con nuestro corazones, y estancados en aguas no azules, mojados por completo.
El pelo gotea se hace añicos el resto, el frío lo envuelve todo de alegría, pero el sol no deja calar.
Esta vez los minutos no paraban para nadie, todo sonaba a la pausa del mundo justo cuando decidí no nadar, no hay camino de vuelta, eso ya no es existente, no hay pasado que espere, ni que sean atados con el presente. No hay palabras aún por decir ni quejas congeladas esperando el verano de su vida.
¿Hacía donde?
Hacía la esquina del océano.