Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

24 febrero 2013

Primero de cinco


No creáis  no es del todo cómodo esta sensación que ha querido quedarse en mi, pero ya es casi otro trozo que comparto y se me ha echo muy leve acostumbrarme a ella.
Sería de necios luchar contra uno mismo, cuando apenas quedan ya trozos intactos, pero quién sabe, quizás algún día decida que hace falta abismos y precipicios para hacerme volver, para hacerme volver a creer.
Es siniestro ver como todo sigue dando vueltas y circula igual, mientras tu vas cambiando tan salto a salto que apenas nadie te puede coger el molde, pero eso es unos de los motivos más del porque las zancadas, del porque los escapismos y no las raíces.





09 febrero 2013

Cazar estrellas

Incandescente, medio cuerpo fuera de aquellas sabanas que provocaba escalofríos dentro de si, entre lo ardiente y la respiración fría olvidada en cada sorbo de aire.
Apenas aguantaba aquellos parpados pesados en la oscuridad absurda que había formado creyendo que así la culpabilidad no la iba atacar por no verla.
Sabía que nada de lo que decidiera esta noche, iba a suceder cuando sus ojos desearan volver abrirse y aquel suave aroma atacaría aquel recuerdo de nuevo, para volver hacerla dudar.
Un poco más y estaría lista para romper, pero aquellos brazos que le sobraban, ajeno a su torso, no le dejaba decidir claro si era lo correcto o solo un impedimento más entre ella misma, y un come de autodestrucción que apenas le hacia dormir y parecía a la vez que le mantenía despierta.

Algo así se tubo que decir aquel día que decidió ir a cazar estrellas y no volver, porque lo cierto es que hacía tanto tiempo que no estaba, que las palabras, los echos y aquella sinfonía que le atacó tan bruscamente, no era ni la mitad de lo que debería de sentir ni gritar ni llorar.

Prefirió frenar, romper y luego ya si vuelves, coser.