Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

04 junio 2014

...


No deberías de estar aquí, esta habitación no te pertenece en recuerdo, todo se ha vuelto opaco desde que pisaste el umbral de la puerta. El tabaco apesta de tus entrañas  ya apenas te atreves a ser pupila que choca con lo que ve. Lavas lentamente tus pensamientos con lejía y esta noche no iba  a ser menos ¿no?
Te he mentido, he llegado a salvo de puro milagro de esa calle que no deja respirar, claro que te he mentido, es lo único que me queda en nosotros. Pero me he tragado tanto alcohol por ti, que borrar cada trago es mi autolesión. Me has quitado el mundo que conocía ¿que haces aquí aún? ¿No me escuchas? ¿No escuchas todo ese silencio que aún nos posé?, ¿ no has visto todo aquel amargor que deja el rastro de tus pasos?. ¿Acaso quieres quedarte a dormir ?, no hay sitio para otro sueño. 

Abrir las ventanas para ti significa vértigo, pero aquella libertad era necesaria a las 3 de la mañana de cualquier noche que acabas en ese sofá que ya no te recuerda. Me he caído tres o cuatro veces antes de llegar aquí, todo esto sangra por ti. 
Cierras los ojos para pedir perdón aunque no lo sientas ¿o era al revés? 
No quiero que me veas agonizar sobre ti, las mentiras ya no existen. Tú provocación llegó tarde. Si, tu siempre llegas tarde. Llegaste tarde hasta el día de mi muerte. Y volver para tu perdón me ha hecho estar en los infiernos. No nos merecemos esto, no te mereces tu egoísmo. Escapar de esta mierda de niebla que nos emborronaba, me hacia sentirme aún existente, aunque fuera un espejismo de tu borrachera. Aunque fuera un misero pensamiento olvidado que aún cuando bajas la guardia rebota y rebota hasta hacerte sangrar de pena. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario