Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

31 mayo 2014

Detrás del paréntesis II

Verano2013.

La vi olvidándome en imperativo,
sacudiéndome los rastros de huellas aún pegadas al cuerpo.
Con dos pasos hacía atrás y la mirada pegada al suelo
por si acaso algo de ella, echaba a volar.
La sentí valiente, distante y cínica,
diciendo cosas que nunca habría pensado, ni realizado.
Corriendo a otras puertas vacías pero llenas de luz.
Me quiso ráfaga de aire que alimentaba su habitación de frío en pleno verano, 
caldeando lo que no llegó ni en pleno Agosto.
Odiando el verano, el sudor, la desidia,
y el puñal que aún tenia dentro revolviendo las tripas de argumentos.
La noté feliz, lejos de aquí, en otro lugar, en otro momento, en otro espacio,
en otro tiempo, en otro recuerdo, en otra sonrisa, en otro pestañeo, en otro salto. 
Donde nadie la podía mirar, pero todos deseaban observarla. 
Dónde después del antes, había recorrido su vida a pasos de cianuro y morfina.


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