Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

10 septiembre 2010

Adios

Se le paro el mundo en el minuto cero,
por eso no sabia si avanzar o retroceder,
era una gran perdida después de tanto desafió al alma.
Se le paro la respiracion, le faltaba oxigeno por sus alterias,
pero en ese momento le daba igual, 
lo único que le quedaba era una lágrima que recorría su cara.
que la seco rapidamente, no quería llorar por ello.
Se quedo todo en ese minuto en ese número que cada vez que pasaba
se le abre la herida más pequeña habitada en su interior.
Y así sigue sin aceptar, estancada en el mismo lugar en el mismo minuto
en el mismo recuerdo.
Y la única opción que le queda es llorar.



Historias inscritas antes de suceder

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