Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

24 marzo 2011

Silencio No-Verbal

La no palabra suya, el eterno silencio, me hablaba continuamente, 
se comunicaba conmigo como si tuviera verbo, adjetivo y sustantivo.
Su ojos se clavaban con los mios y parecía que deseaba comerme, 
deseaba deborarme, quitarme el color de mis ojos y mezclarlo con los suyos.
De sus labios solo había suspiros magnéticas que por cada inspiración, 
hacía mi cuerpo temblar hacia el suyo, como si de un imán fuera.
El silencio nos envolvía una vez más con el simple estruendo de aquel atardecer que tarde o temprano iba a aterrar sobre nosotros los últimos rayos del sol reflejandose en sus pupilas ignotizadoras, robandole toda la luz al sol, 
e iba a aparecer la noche más intensa, más negra, más oscura.
Por un momento su rostro sonrió, aquello hizo mi corazón acelerarse cada vez más 
como si de un tren a alta velocidad se tratara.
Cuando sus pupilas dejaron las mías a un lado, mi mente empezó a llenarse de dudas transitorias que volvieron a desaparecer con otra sonrisa suya.
Cruelmente yo aspiré fuertemente para que se escuchar mi respiración, mi inquietuz. Pero nada sirvió el seguía plasmado mirando al infinito de sus recuerdos, sonriendo por cada memoria bien hablada, por cada recuerdo buen querido.







Era primavera, y el sol había caído, la noche llegó sin luna la vista, y todo aquello, todo aquel silencio que nos envolvía a los dos, parecía música para mis oídos, parecía una sintonía perfecta nunca escuchada.
Entonces creo que aprendí un poco más de mi alrededor, de el, 
de como no hay silencio incomodo si estas en buena compañía.
Y sobre todo de como sentir lo no visible,
lo no captable si no paralizas un poco tu tiempo.

1 comentario:

  1. me gusta! me ha hecho ilusión encontrar un comentario tuyo en mi blog, gracias, gracias! :)

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