24 febrero 2013
Primero de cinco
No creáis no es del todo cómodo esta sensación que ha querido quedarse en mi, pero ya es casi otro trozo que comparto y se me ha echo muy leve acostumbrarme a ella.
Sería de necios luchar contra uno mismo, cuando apenas quedan ya trozos intactos, pero quién sabe, quizás algún día decida que hace falta abismos y precipicios para hacerme volver, para hacerme volver a creer.
Es siniestro ver como todo sigue dando vueltas y circula igual, mientras tu vas cambiando tan salto a salto que apenas nadie te puede coger el molde, pero eso es unos de los motivos más del porque las zancadas, del porque los escapismos y no las raíces.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario