Haz el amor y no la guerra, gritaba sucesivamente. Su mente se habia vuelto desquiciada y veía cosas donde no debía de haber nada. Pero ahi estaba atentando sobre ella sin más. Con las brazos tan cruzadas que daba vagueza de desenrollar.
La guerra habia venido a su vida, esta tan alerta que sus latidos eran bombas, que sus ojos eran la vision del atentado y su boca o mejor dicho sus palabras la autodefensa. La guerra era bastante dificil uno contra todos, o todos contra uno. Pero no habia gritado el inicio, su inicio. Y lo único que hizo es observar esperando, para variar, esperando que todo callera por si solo, porque esas torres habian empezado por el tejado, y no tenía ningun fin bueno. Y la paz había reinado demasiado su ser, asique no habia guerras ni peleas, ni bombas nucleares ni estallidos en los oidos. Solo un diban de paz, que le encantaba y prometio quedarse ahí.
Sabía que esa era su victoria, y tarde temprano ellos tambien lo sabrán.
"Porque aquí cuantos menos reinen, cuanto menos sepan del reino los del exterior, mejor estaremos "
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