Tan solo seremos libres, cuando no tengamos nada más que perder.

25 octubre 2010

Sin frenos

Corría velozmente hacia un callejón sin salida, sabia a la perfección con lo que se encontraba,pero aun así sus pasos no se cansaban hacia esa dirección.
No cesaba y mucho menos por ver un muro delante suya a menos de 2 minutos de distancia.Le gustaba sentir aquella velocidad, le gustaba la brisa que recorría tan rápido su piel,le gustaba sentir que por menos de 1 segundo estaba suspendida en el aire, le gustaba verse acorralada y sin frenos. Le gustaba sobre todo la adrenalina que le recorría el cuerpo el segundo antes de chocarse.

Le encantaba todo eso, era su predicción, por eso nunca dejo de hacerlo, por eso ahora mismo se tiene que reconstruir, cada una de sus piezas, esta vez el estallido fué demasiado grande, tardara lo suyo, tanto que aun no se ve el siguiente paso.

Equilibrista sin pies


Se reconstruirá para otro estallido,
se chocara tantas veces como su alma pueda llenarse de cicatrices.
Tantas veces como su sonrisa por mucho mal, no deje su luz.

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