Hoy tengo uno de esos días en los que me gustaría cerrar los ojos y , sin más, dejarme llevar. Dejarme llevar por la brisa de la mañana, esa que te recorre la cara cuando sales tempranito de casa... Si me concentro con fuerza puede que esa brisa me ayude a elevarme, y si, en el momento justo y apropiado, estiro los brazos quizás pueda volar (o al menos planear, que a fin de cuentas no soy sino una aficionada).
Una vez haya tomado cierta altura me engancharé a una nube. Igual tengo suerte y puedo pillar alguna con forma de gacela,
de esas que avanzan con elegancia y ligereza.
Espero que no me toque una lenta, que en un ratito me tengo que volver al mundo real...
Pasaré a ras de tierra en silencio cuando las nubes sean bajas …
… o puede que algún ser divino me haga un guiño si me atrevo a subir lo suficiente.
Aprovecharé para refrescar las ideas si alguna ola me saluda…
Y me llenaré de risas cuando la Madre Naturaleza me haga cosquillas en la planta de los pies…
Una vez haya tomado cierta altura me engancharé a una nube. Igual tengo suerte y puedo pillar alguna con forma de gacela,
de esas que avanzan con elegancia y ligereza.
Espero que no me toque una lenta, que en un ratito me tengo que volver al mundo real...
Pasaré a ras de tierra en silencio cuando las nubes sean bajas …
… o puede que algún ser divino me haga un guiño si me atrevo a subir lo suficiente.
Aprovecharé para refrescar las ideas si alguna ola me saluda…
Y me llenaré de risas cuando la Madre Naturaleza me haga cosquillas en la planta de los pies…
Bien, ya estoy lista, ya puedo volver al mundo real
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